viernes, 24 de marzo de 2017

Nº 25 - LA VERSIÓN ESPAÑOLA DE MAZINGER Z (2)

Como hemos visto en la anterior publicación, se decidió que una colección de cómics iba a ser el producto comercial asociado a la emisión de Mazinger Z en TVE. Y digo asociado porque tal lanzamiento editorial de Junior, del grupo Grijalbo, no se produjo como consecuencia del éxito de la serie, sino simultáneamente a la misma, lo cual implica que el contrato de licencia fuera previo a la emisión (necesitó el material a emitir por adelantado), además de simultáneo, ya que los seis meses previstos de duración de la serie coinciden con los lanzamientos mensuales de los seis volúmenes.

Dejando aparte estas importantes circunstancias de la producción editorial de los cómics de Junior, ya empezamos a ver en la publicación precedente como los materiales artísticos que se generaron en el estudio Beaumont, en concreto las viñetas de estos cómics -sobre todo las del primer volumen-, fueron la fuente de la imaginería de la serie Mazinger Z en su versión española, puesto que las utilizadas en el álbum de cromos de Fher, lanzado en abril de ese año 1978, provenían de esas imaginarias "carpetas gráficas Mazinger Z" que también podríamos llamar Fondo Beaumont, al menos del material disponible en los dos primeros volúmenes. 
Veremos enseguida como esta colaboración comercial entre Beaumont y Fher continúa en las dos publicaciones sobre Mazinger Z más importantes de esta última: el 2º álbum de cromos y, muchos meses más tarde, determinada colección de cuadernos de colorear. Entre esas dos, se cubrió y sacó a la luz buena parte, puede que la totalidad de los dibujos sobre el héroe mecánico, sus amigos, enemigos y la diversa y variopinta galería de "brutos mecánicos" que se las vieron con el protagonista.
Esa colaboración se produjo -como ya señalé- por los vínculos personales -laborales- que ya existían  entre Ángel Julio Gómez de Segura/Beaumont y Fher que -acuerdo comercial mediante- hizo que no se perdiera la obra que sobre Mazinger habían creado tanto él mismo como los ilustradores Garméndia y Güell Cano.


El segundo álbum de cromos de Fher

A continuación ilustraré lo expuesto mientras recuperamos la vista completa de los fondos del 2º álbum de cromos de Fher ( publicado en julio de 1978), también restaurados para la ocasión, que nos permitirá ver que, aunque se seguían usando viñetas de los dos primeros cómics de Junior, ya había dado tiempo para se usaran también viñetas de los demás volúmenes (ya habían salido cinco de los seis) y...  que además se añadieron algunas imágenes en esa versión monocolor (esta vez en color naranja, además del verde habitual) que, si bien no proceden de las viñetas, sí fueron parte de esas carpetas de dibujos de la producción del estudio Beaumont, la versión española de Mazinger Z, aunque esta vez la cosa fue al revés y fueron primícias en forma de copias simplificadas las que  se publicaron antes que los originales de los que procedían...También hay que destacar que los cromos parten de imágenes del fondo Beaumont, que él y su equipo copiaron directamente de los episodios. Por ello, el 2º álbum de Fher es enteramente (cuaderno y cromos) una obra realizada por completo gracias a Beaumont y muchas y pacientes horas de trabajo...

Veamos los fondos de las páginas:

En el primer dibujo, nos encontramos como se produce la combinación de dos dibujos, uno procedente del volumen 2 de Junior y la otra del final del 4, unidas en versión libre y modificada para lograr el resultado final:



En el segundo dibujo procede como todos de un fotograma de la serie, pero del que no encontraremos viñeta en los cómics de Junior, ya que procede de un episodio -el 35- que queda fuera de la versión reducida que retrató en buena parte la colección.
Procede de los dibujos temáticos que quedaron en la carpetas sobre Mazinger Z en Beaumont, lo que muestra que la traslación de fotogramas originales a dibujos continuó más allá de los episodios que conformaron los seis cómics. Gracias a la continuación de la comercialización con Fher, se pudo dar uso a esos materiales...

En el tercer dibujo de fondo, estamos en las mismas: otro dibujo que no encontramos en las viñetas de la colección Junior, y que es un "genérico" que puede proceder de algún fotograma de la serie, de varios combinados, o ser un simple dibujo sobre Boss y sus compinches:
Volvemos a las viñetas de Junior, esta vez del cómic 3 :
Otra composición no-procedente de viñeta, resulta de un curioso aprovechamiento de otro dibujo del fondo Beaumont, modificado y combinado con el añadido de un sencillo dibujo de Shiro. De este primer dibujo de Mazinger alado ( al que se le han suprimido las alas en este caso) hablaremos enseguida... 
Y seguimos con más viñetas en el siguiente fondo, esta vez del monotemático volumen 4:
Llegamos a las páginas centrales del álbum, que ya no hace falta que presenten personajes, y que proceden de más combinaciones de ese fondo de imágenes, y también son estreno monocolor de las mismas que veríamos más detalladas y coloreadas, dos meses después :


Volviendo a los primeros dibujos del stock Beaumont, tenemos el siguiente, procedente del primer cómic:

Y desde el segundo volumen, una composición con viñetas contiguas :
Otra vez al primer volumen, una imagen de Infierno que habrán visto muchas veces los fans de Mazinger Z :
Y en esa línea de tirar de la fuente de los dos primeros cómics hubiéramos seguido, sino fuera porque nos encontramos con esta poderosa imagen del coloso mecánico, basada en los dibujos de E. Uemura, que le solía presentar grande y robusto, procedente del volumen 6, que aún no había sido publicado...No importaba porque tenían acceso a la carpeta de la versión española de Mazinger Z :
Para finalizar con los 13 fondos de este segundo álbum de Fher, el dibujo procede de una viñeta del primer volumen de los cómic Junior:
Los cuadernos de colorear Pintando Mazinger Z

No puedo demorar más el nombrar los cuadernos de colorear de Fher, Pintando Mazinger Z, puesto que ya hemos visto algunas de las imágenes que se incluyeron en estos cuadernos, que son el espacio  donde se publicó el resto, las que quedaron en ese fondo del estudio Beaumont.
Así, la versión española de Mazinger Z, aunque tardíamente (en septiembre, al tiempo que la serie desaparecía de la tele), salía esplendorosamente a la luz en ocho cuadernos, bajo la forma de un producto infantil como los libros de colorear. 
La portada del 2º álbum de Fher había sido un adelanto de esa versión más detallada y colorista de las imágenes de las carpetas Mazinger, de ese fondo Beaumont: 
La cantidad de dibujos, que de otra manera habrían quedado inéditos y guardados en un cajón, pasaban a engrosar el catálogo de las publicaciones Fher, mostrando una imagen más cercana a la serie en esa segunta portada de la colección de cromos y posteriormente en un amplio muestrario de dibujos, que también abarcaban los de la etapa dorada, más allá de la versión reducida que compiló el primer álbum...


Fuera como fuese, tomando como fuente las viñetas o las imágenes del fondo Beaumont: reutilizándolas en nuevas composiciones o retroalimentándose de sus modelos iniciales en esta alianza Junior-Fher o Beaumont-Fher, está claro que la imaginería del estudio constituyó la versión española de Mazinger Z. Pocos años después de la publicación de los seis cómics, empezó la exportación de los modelos que habían hecho las delícias de los niños españoles a otros países de Europa y la mayoría de países de habla hispana donde se estrenó la serie, convirtiéndose en mucho más importante que una mera versión patria de la serie del robot que había entusiasmado a los españolitos...


Los viajes de la versión española

En aquellos días en que la serie se estrenaba en España, no se acostumbraba -como ahora- a importar merchandising original, ni bandas sonoras. Tal vez era porque tales importaciones hubieran resultado caras, y no era el momento más boyante del país como para alcanzar el masivo éxito buscado en las potenciales ventas. 
1er envoltorio pastelito Mazinger Z de Panrico
Tanto en el aspecto iconográfico como en el fonográfico, tanto España como otros países, tuvieron que crear versiones propias para el estreno, o bien más tarde, espoleados por el éxito habitual que Mazinger Z tenía allí donde se estrenaba. Eso dió lugar a productos de lo más variopintos, muchas veces de factura algo cutre, sobre todo en las imitaciones sin licencia. Pero eso sería largo de contar. Voy a centrarme brevemente en la influencia que la versión española tuvo en otros productos comercializados en España, en la publicación directa de los cómics de Junior en otros paises, y en las versiones improvisadas de las que fue fuente de copia e inspiración, en una muestra corta y aleatoria de imágenes y objetos, que solo pretenden ser ejemplo ilustrativo de adónde llegaron las creaciones de aquel estudio catalán...

Empecemos por lo de casa. Los dibujos del estudio Beaumont se usaron para estampar imágenes en variados artículos comerciales lanzados en 1978, si no directamente, en composiciones modificadas para la ocasión o en versiones inspiradas directamente en ellos.
Como un ejemplo claro encontramos el juego de Mazinger Z, de Falomir, las cajas de puzzles de Borràs, los transferibles de Panrico y , en alguna medida, también sus cromos adhesivos.
Yendo a lo más evidente, he aquí la portada del juego, semejante a un parchís, donde vemos dibujos importados directamente de la fuente Beaumont:

Vemos el 2º modelo de Mazinger Z, usado en las portadas de los cómics desde el volumen 3 al 6, una versión de Koji y Shiro en moto del vol. 1, Koji y Sayaka según los vemos en la portada del 2º álbum de cromos de Fher y en los cuadernos Pintando Mazinger Z, entre otras figuras.

Si vemos el interior del juego:

Nos encontramos con el Mazinger de la contraportada de los cómics Junior, aunque con el logo Toei que usaba Fher y...
en el tablero las importaciones de los cómics Junior son inmediatamente reconocibles, aún teñidas de un solo color predominante. Aunque el artista que hizo las adaptaciones se sentó a trabajar en este retrato del Dr. Infierno como aportación suya original...

En los puzzles, sucede otro tanto en cuanto a la adaptación directa de la fuente, y podemos encontrar según la caja, una cercanía mayor o menor con los modelos del estándar español de Junior-Beaumont, siendo muy reconocibles las imágenes que encontramos, aunque se unan varias en una composición nueva :
Podemos reconocer la procedencia de las imágenes de esta composición ¿no?
El resto de los puzzles de Borràs, usaron imágenes del mismo modo y fuente.

Hay un caso especial, en que la imagen usada en la portada del primer álbum de cromos de Fher, se convierte en una de las imágenes más reproducidas (llega a reproducirse y versionarse aún en nuestros días) y es la que presenta al coloso imitando la pose de Grendizer en aquel álbum italiano en que se inspiraron fuertemente los de Fher para componer dicha portada (ver 1ª parte).

Esa imagen de Fher (aunque sea una creación con inspiración externa), dado que fue esa editorial la que finalmente hizo la difusión del catálogo de Junior- Grijalbo en sus publicaciones, pasó a formar parte de esa base común, y acabó reproducida a su estilo por el mismo Beaumont, pasando a engrosar las existencias de la fuente principal de la versión española.
Luego la veremos aquí y allá, en multitud de versiones para cada formato, lo mismo en un adhesivo de Panrico, o en el envoltorio de su segundo pastelito Mazinger (el primero tomaba imagen de los cómics Junior), de un cuaderno Sam ( interpretada e invertida), en la caja de un puzzle Borràs o en el carte de la película-montaje de episodios de la serie, Koji y Sayaka contra el Dr. Infierno, distribuida por Apolo Films...


Otro ejemplo de esas traslaciones desde el fondo Beaumont-Junior son los cromos adhesivos de Panrico, que la empresa alimentaria lanzó en una serie limtada a 30 modelos, y que iban dentro de su famoso pastelito Mazinger Z, cuyo nuevo envoltorio está en la imagen de arriba. No fueron tan coleccionados ni tan famosos como los cromos-figura troquelados que sacaron como regalo cuando lanzaron el pastelito, pero en este caso sí tienen base en las viñetas de Junior, redibujadas eso sí, con un estilo, trazo y coloreo que recordaba los dibujos infantiles.




Y un último ejemplo puede ser la gama de parches de tela y los transferibles, sacados ambos de la imaginería Junior que, a estas alturas, ya podemos llamar con toda propiedad, versión española. Las traslaciones las hemos visto todas en este artículo o el anterior, o, en cualquier caso, son encuadrables dentro del estilo de Junior. Lo que empezó con aquellos cómics, se iba extendiendo a lo largo de los meses en todo tipo de objetos. Incluso las curiosidades menos conocidas, como la figura pintable que lanzó con licencia la empresa Lafredo, llevaba en la solapa grapada a su bolsa de embalaje, dibujos de la misma fuente artística. Las portadas del primer volumen de Junior-Grijalbo constituyó la carátula de las cintas súper8 mm. comercializadas en las tiendas de fotografía...Y así podría seguir...


Pero el viaje de esos dibujos a lo largo y ancho de la España de 1978 y 79 iba a ser superado por la exportación de los seis volúmenes de Junior a Europa y América, conforme se iba descubriendo la serie fuera de nuetras fronteras...

                                             *******************************

Por ir en orden cronológico, comenzamos por Italia, a la que Mazinger Z ( allí Mazinga) llegó en 1980, en el orden inverso a la emisión de las series en Japón ( después de Grendizer-Goldrake y de Gran Mazinger-Grande Mazinga). Al poco, la editorial Salani traduce y edita los seis volúmenes en la misma edición de lujo que en España. La continuidad de los dibujos de Garméndia y Güell Cano llegaba a más niños, dos años después. Pero... además de los productos italianos que imitaron ese estilo, el fenómeno Mazinger caló allí de tal modo que se dio el caso que otra editorial italiana, Edierre, sacó al mercado unos cómics apócrifos, unos cuadernillos en tapa blanda de unas 16 páginas, dibujados en Italia y editados en mayor número que los Junior bajo el lema "Il superfumetto dalla Rai 1" ( el súper cómic de Rai1, el canal que emitió la serie). Esos cuadernillos se hicieron partiendo de los dibujos de Junior, de copiar sus imágenes aquí y allá -incluso el logo de Junior con la gran Z detrás-, pero en un estilo más vago, pobre y desproporcionado y con los diálogos reducidos a la mínima expresión y mucha acción, inventada eso sí, pues no se basaba en los episodios de la serie, sino en historietas creadas por ellos.

De la concesión de Edierre salió algún producto... que también se aprovechó de los dibujos de Junior. Dicen que la imitación refleja la admiración...


Años más tarde, en 1987, llegaba la serie a Francia, con un éxito más discreto esta vez. El impacto allí fue Grendizer-Goldorak, durante el verano de 1978, mientras los niños españoles llevaban meses disfrutando de las aventuras de Mazinger Z. Y allí llegaron también los libros de Junior, editados bajo su mismo sello, ya que fue una exportación pura, alterada solo en títulos y diálogos.




A lo largo de esa década, los 80, Mazinger Z llegó a América (con un único caso anterior, en la primera emisión de Puerto Rico, cercana a la de España, aunque volvería a reponerla en la década de la que hablamos) y fue extendiéndose desde México a Argentina, con un grandísimo éxito y en sucesivas oleadas de reposiciones.





La colección de cómics de Junior no llegó a todos los países, pero sí a unos cuántos, a veces exportada tal cual, con el sello Junior (como en el caso de Costa Rica) y otras sometida a cambios en las ediciones, como en el caso de Argentina, donde la editorial Leda publicó las viñetas españolas en mayor número de volúmenes, 10, (separando y publicando sueltas las historias-episodios de aquellos que incluían dos) y los editó en tapa blanda y portadas parecidas pero modificadas, sobre todo aquellas que incluyeran episodios separados, que, obviamente, no la tenían de Junior.

 El caso argentino es especial, dado el éxito de la serie allá, parangonable al que tuvo en España pero con una oleada algo mayor de productos comerciales basados en la serie, que siguieron fabricándose durante las reposiciones. También se exportaron (como a otros paises, como Venezuela) los ábumes de cromos de Fher, con lo que la traslación del fondo español se hizo en un alto grado. Aunque se lanzaron muchos productos propios en Argentina, en muchos de ellos encontramos la impronta del estilo de la versión española, usada e imitada en muchas formas, materiales y colores...

Múltiples huellas del estilo Junior en el merchandising argentino

                                                            *****************


Como vemos en esta y la anterior publicación, el producto principal de la comercialización de Mazinger Z en el primer país de occidente que la descubría -elegía- y emitía, España, devino además el producto estrella, la base estética de la vida del personaje fuera de la pequeña pantalla de aquellos sábados a las tres... o tres y media.
Incluso en los productos más alejados a una publicación se reprodujo el logo modificado por Junior para rotular una colección de viñetas que, además de su calidad y fidelidad a la serie, iba a dar mucho de sí, como hemos visto a lo largo de todos los ejemplos reproducidos aquí. No fueron un producto más, sino la fuente iconográfica de esta mítica serie y su influencia llega hasta nuestros días...
Gracias a aquella decisión, dibujos de artistas de nombre casi desconocido llegaron muy lejos, dentro y fuera del país que vió  nacer el fenómeno Mazinger fuera de Japón y traspasó fronteras, para disfrute de la infancia de millones.


Emitidos ya unos cuántos episodios de la serie en España, y pese a la experiencia con Marco, o quizás por causa de ella en cierto sentido, la emisión no tenía las canciones de presentación y cierre en español. La providencial elección de Alfredo Garrido García como compositor e intérprete de esas piezas, completó la versión española de Mazinger Z, esta vez para goce de los oídos de miríadas de niños, que siempre rememoran su timbre y sus letras, junto a los dibujos del Estudio Beaumont, como tesoros del recuerdo.




(Agradezco la ayuda de José Luis González, por el suministro de copias de materiales de las publicaciones Fher, que han servido para la elaboración de estos artículos.)


 PRÓXIMAMENTE: MAZINGER Z Y LA CIENCIA-FICCIÓN MALDITA DE LOS 70

miércoles, 15 de marzo de 2017

Nº 24 - LA VERSIÓN ESPAÑOLA DE MAZINGER Z

Unas publicaciones atrás, (en la nº 15, en concreto), dije que con aquella y su segunda parte, cerraba en este blog los temas relacionados con la emisión de Mazinger Z en la España de 1978.
A pesar de aquella afirmación,  me ha parecido que debía incluir el tema que hoy voy a tratar, y quizás alguno más, por muy interesante en sí mismo (sobre todo para los que vivimos aquella época) pero, más que nada,  por hacer un sentido homenaje ¿tal vez el último? a la versión que se elaboró en España del arte del famoso robot, además de por entrar con algo más de profundidad en detalle...

Por "arte" entiendo todas las publicaciones sobre Mazinger Z que se hicieron en nuestro país que no fueran meras reproducciones de los fotogramas de la serie. Me explico: fuera de la pequeña pantalla de los sábados a las tres de la tarde, no existía más presencia de la imagen del robot luchador que encantaba a los niños, si exceptuamos las  que cada cúal retuviera o recrease en su imaginación infantil después de un episodio, o del hecho de encontrarnos con un fotograma en un avance de programación (no siempre ilustrados), en cualquier revista de TV o periódico, y casi siempre en blanco y negro. Y esto era así especialmente en una época sin vídeo doméstico, en una televisión de un canal y medio y sin reposiciones: el instante atrapado o nada

El único Mazinger Z que nos encontramos para romper este vacío iconográfico llegó en el preciso instante en que determinada publicación salió a la calle y se puso a la venta en cualquier librería o quiosco, en el mismo mes en que debutaba la serie que tanto nos impresionó...

"Como consecuencia de una investigación arqueológica en la isla de Rhodas fue descubierta la existencia de unos robots milenarios de los que el Doctor Infierno se apropió, con la intención de dominar el mundo..."

Y si aún no caéis en la cuenta de a qué publicación me refiero, os diré que se trata de los cómics ( o tebeos, como decíamos entonces) de la Editorial Junior, más conocidos como los "libros Grijalbo"

Sé que quizás se pueda pensarse que ya se ha dicho todo de aquellos cómics encuadernados. Incluso yo mismo me detengo en contar lo más importante sobre ellos en mi libro ¡Mazinger! ¡planeador abajo! ... pero la presente publicación tiene como objetivo resaltar la decidida importancia que tuvieron esos libros de ilustraciones, encuadernados con tapa dura y a todo color, en el desierto panorama español, en cuanto a eso que llamamos con el anglicismo merchandising... una importancia que va más allá de la que pueda sospecharse, porque de hecho ya se le da un lugar preferente en el elenco de objetos de Mazinger de aquella época.
Estas seis publicaciones, como veremos, son el origen de muchas otras, el material principal de muchas de las reproducciones que se multiplicaron a lo largo de ese año y también años después y que no solo ostenta el honor de ser la versión patria del héroe mecánico, sino que además fue la versión del mismo en la exportación a muchos otros países...
Así como por circunstancias tenemos la única estatua de Mazinger Z en España (que, mira por donde, debe también su concreta estampa a los dibujantes de Junior), asimismo es esta versión española responsable de la imagen del coloso en mil objetos de papel o cartón, blanco de la ilusión de tantos niños.
Yo me detuve entonces contando lo más importante, sí, pero dejé de lado cosas fundamentales, de fundamentos, porque fundamentales fueron los historietistas que llevaron al papel las aventuras de aquel robot, posibilitando que saliera de la pantalla y se remachasen aún más en nuestro imaginario infantil y en nuestros recuerdos después.

Vamos a verlo.

1-BRB y Junior

La primera versión del Mazinger de Junior
En la cita comercial de aquel ya lejano 1977, la rue George V de París vió ejercer a la compañía BRB Internacional sus  labores de licensing, base de su actividad por aquellos días. La compañía había distribuido series como Vickie el vikingo, La abeja Maya o Marco.  En cuanto se cerró el trato con TVE, se decidió que la base principal de la comercialización de la serie que unos meses después se iba a ofrecer a los niños españoles iba a ser el cómic. No un muñeco -que hubiera sido especialmente adecuado- o una línea de juguetes de los que se estilaban en aquella década, sino  "tebeos" a todo color y bien editados. La razón puede que tuviera que ver con la visión que del novedoso material tuvieron los de la compañía y los programadores de TVE: aquellas fantasiosas y tecnológicas aventuras se les antojarían como pertenecientes a esa esfera, marcadamente visual, como de hecho pasaba en la relación entre anime y manga en su nipón contexto de origen.
2ª versión del protagonista mecánico
Fuera esa u otra la razón o razones de tal decisión, lo cierto es que en el grupo de personas que iban a vérselas con aquel material nuevo, los ilustradores del sello Junior iban a ser de los primeros.
Para llevar a cabo el encargo se había elegido, como no podía ser de otra manera, al recientemente fundado estudio Beaumont, pseudónimo además del prestigioso historietista Ángel Julio Gómez de Segura, que ya había adaptado a las viñetas las desventuras de Marco (para la Ed. Jaimes) y que durante el trienio 1976-78 fue el autor de libros infantiles y juveniles más publicado según el Instituto Nacional del Libro Español.





Ángel Julio Gómez de Segura "Beaumont"
El estudio tenía una plantilla de unas 30 personas y desde principios de los setenta había trabajado para el sello Editorial Laida, del grupo Fher, a la que acabaría perteneciendo.

De esa relación con la editorial bilbaína Fher (Fuentes Hermanos) veremos las determinantes consecuencias enseguida, puesto que, como veremos, los materiales sobre Mazinger Z iban a formar parte de una base común, por aquello de los vasos comunicantes...

Pero volvamos a la historia.



En el estudio Beaumont, situado en Cerdanyola (Barcelona)  había recaído la tarea artística de la traslación al papel de las aventuras del novedoso robot. La edición se cuidó desde el primer momento de una manera especial: ellos tuvieron acceso al mismísimo material que se iba a emitir, es decir, a las cintas de celuloide con los primeros 13 episodios a emitir (la versión reducida de Japón, lo primero en llegar (ver EL FAN ARQUEÓLOGO 1ª parte, en este mismo blog), tal como venían en su versión original, doblada al inglés, antes del  doblaje de los estudios Sonygraf, en la cercana Barcelona. De esos 13 episodios se escogieron 10 tomando como base ese primer contingente ya preparado para su venta internacional.
Es muy probable que se decidiera limitar la colección a esos 6 volúmenes, ya que, aunque estaba decidido por TVE emitir el doble, 26, no se continuó con los episodios añadidos, al menos no en forma de cómic, porque la preparación del material se basa en esa versión reducida, de modo que la colección quedó como objeto principal de esta fase primaria de la comercialización de la serie.


El acceso al material antes de la emisión puede acreditarse del hecho, entre otros, de que la traslación de escenas enteras, de fotogramas concretos, es especialmente notable y fiel. Fiel hasta el punto de que el estilo de los ilustradores -Carmelo Garmendia y Güell Cano- se iba adaptando al de los animadores de cada uno de los episodios ilustrados, que, como sabemos de sobra los fans, es muy cambiante. Estos ilustradores, cuyos nombres se funden en el intricado mar de los que formaron parte casi anónima de la historia de la historieta española del siglo XX, eran autónomos que trabajaban duramente y a destajo, no por ello con menos dedicación y entrega. Resulta difícil encontrar información detallada sobre ellos y sus obras, de modo que parece que actuaran casi como "negros", igual que el propio Gómez de Segura cuando dibujaba las viñetas de El capitán Trueno.

Los volúmenes saldrían a la venta en marzo, con una periodicidad mensual, de modo que su presencia se extendió hasta agosto de aquel 1978, coincidiendo exactamente con los meses de duración prevista de la emisión televisiva ( que, como sabemos, se alargó poco más).
Debído al presumible éxito de Mazinger Z, las tiradas fueron grandes, hecho que hace que aún hoy en día puedan encontrarse ejemplares en los puestos y librerías de viejo.
Ilustraciones para las guardas y la contraportada 

Junto a Carmelo Garméndia y Güell Cano, en el estudio Beaumont se había elegido para elaborar un "guión" de los episodios a reproducir a José García, habitual dibujante del estudio, que, en este caso, más que propiamente guionizar, se encargaría de organizar la historia en viñetas y escribir los diálogos y demás textos, que no tenían que ver con los del doblaje de Sonygraf ( que, en los comienzos de la tarea no se había realizado aún o estaba en curso y siempre iba por detrás) sino que partían de la versión inglesa, pero adaptados de forma libérrima para el público infantil español.
La propia hija de Gómez de Segura, Marutxi, se encargaría de aplicar el color a los dibujos, en una gama algo libre también, sobre todo en los primeros cuatro volúmenes... Como de costumbre Beaumont se encargaría de las portadas de la colección.
El error del Mazinger de Ed. Junior
Así que, todo el mundo se puso diligentemente manos a la obra y se trasladaron las imágenes más impactantes y narrativas a las viñetas, a un papel de textura gruesa, que bien pudiera haber soportado que sobre él se pintara con acuarelas (de hecho, una técnica muy parecida se uso para pintar los fondos), se montaron diálogos y se coloreó creativamente la obra, a lo largo de las 47 páginas de las que iba a constar cada ejemplar. Respecto al color: o bien fueron divergentemente creativos o bien se adaptaron las imágenes a la paleta disponible en más de la mitad de la colección...y respecto a las formas, a nadie se le ha escapado que a veces se le dibuja alguna  línea de más al rostro del coloso mécanico, sobre todo en las portadas de Beaumont. Ese error, que se reprodujo luego algunas veces en otras publicaciones y objetos gráficos,  ha quedado como detalle curioso y característico de la añeja colección de cómics. Además, en las dos versiones del Mazinger de las portadas, encontramos muy doblado el casco del robot luchador, muy a la manera de Takeshi Asakura, uno de sus mejores animadores, detalle que -también- se trasladó al Mazinger de Tarragona...











Resulta impresionante como son reconocibles los estilos de los diferentes animadores de Mazinger Z, desde el primer volumen que reproduce el trazo del diseñador de personajes Yoshiyuki Hane hasta el genial Kazuo Nakamura, del que se intuye con mucho acierto que el episodio 29 -el 9º, La apurada victoria de Mazinger en España-,  es su obra cumbre, y se transforma quizá por ello en un volumen especial dedicado en exclusiva a ese episodio. Es notable la admiración del estilo de Nakamura, que es el dibujante-animador más retratado, con mayor número de episodios, tres, en la colección de Junior ( los impresionantes Demos F3 y Jinray S1 no podían faltar). Ninguno de los demás animadores repite en esta colección.



Los personajes adquieren apariencia de caricatura de poses cómicas y el dibujo se simplifica y agarrota en el volumen 2, Detengan al ejécito de Ashler, emulando y hasta cierto punto hasta mejorando el limitado dibujo y animación de Masamune Ochiai.

El trazo diligente de Morishita se muestra en la aventura con el desmontable Belgas V5. En el volumen 5 el trazo se suelta ya, gracias a la experiencia de los volúmenes precedentes, y el color se adecúa más a la serie, mientras se reproduce la lucha del coloso contra el Brutus M3 de Asakura o el volante monstruo de tres cabezas, Gelbros J3, del dinámico Wakabayashi.

























En el volumen final, la epopeya para hacer volar a Mazinger, dividida en la serie en dos episodios (asignados a E. Uemura -podemos ver su clásico Mazinger robusto en las viñetas- y a T. Shirato -cuyo estilo aparece retratado en las viñetas sin solución de continuidad, y que fue el primero en dibujar a Mazinger alado, con esa mezcla de caricatura y dibujo realista que vimos en su semblanza en este blog-).










Con este equipo se llevaría adelante una obra que aún impresiona por su fidelidad a la serie de TOEI y por el mimo con que fue tratada en el aspecto gráfico y editorial, al constituirse en verdadera traslación casi literal de las imágenes, de las escenas de la tele.
Aunque tal fidelidad no impidió que se cambiaran cosas aquí y allá, empezando por el logo que había realizado la propia TOEI DOGA para su versión internacional, desplazando la gran Z de "Mazinger Z" detrás del nombre del héroe mecánico. Ese logo adaptado se multiplicó después, reproducido en la mayor parte del merchandising español subsiguiente. Y es el que usa este blog, también...

Poco más material gráfico pudo verse editado en España sobre el robot de los niños.
Los pósters y fichas en color sobre Mazinger no empezaron a salir en la revista Pronto hasta finales de mayo. Los artesanales de Lecturas, no aparecieron hasta agosto. Los de Diez Minutos, aunque eran fotogramas grandes a todo color, fueron muy escasos y los materiales impresos en las revistas de TP eran deslucidos recortables en blanco y negro y no llegaron hasta julio, después de su reportaje de junio...
Caso aparte fueron los naipes de Heraclio Fournier (que prodecían de las plantillas-base de TOEI, como vimos en otras publicaciones de este blog) o las mini-figuras que salían en los pastelitos Mazinger Z, de Panrico, enfundadas en sobrecitos marrones que mantenían el misterio unos segundos, antes de ver qué figura, personaje o bruto mecánico te tocaba tener en cartón troquelado (que, salvo alguna coincidencia, eran recreaciones algo burdas, de cosecha propia)...

Aliviando ese panorama tan limitado, en abril había llegado el primer álbum de cromos de la editorial Fher, lleno de fotogramas de la serie, enmarcados en blanco sobre cartón, y dentro de unos sobrecitos rojizos, que costaban 2,5 pesetas. Los cómics de Junior costaban diez veces más, 250.

Podemos imaginar a un decidido y suertudo pequeño admirador de la serie que en ese abril de 1978 teniendo en su haber ese álbum de Fher y los dos primeros libros de Junior "El nacimiento de un robot milagroso" y "Detengan al ejército de Ashler". Poco más podría haber conseguido porque el lanzamiento de objetos de la serie fue especialmente lento en los primeros meses, aunque de seguro estaría contento, contemplando los dibujos de su héroe mecánico... lástima que, en el álbum de Fher, los dibujos de la serie usados como fondo en las páginas quedarían debajo de los cuadros para pegar los cromos y de los textos impresos bajo cada uno de ellos...
Esos dibujos delineados en verde se irían perdiendo para siempre, conforme se conseguía completar la colección de 180 cromos... ¿para siempre? Si no eres uno de esos coleccionistas furibundos que pudo conseguir, muchos años después, raros ejemplares vacíos de los álbumes de Fher, podrás volver a ver aquellos dibujos en esta publicación, restaurados para la ocasión, ya que ilustran de la manera más clara y directa la importancia de los cómics de Junior, del estudio Beaumont...


2-Junior y Fher



Pero, más que ver los contenidos de los seis álbumes de Junior-Grijalbo, el objetivo aquí es destacar su importancia como principal objeto del merchandising, contemporáneo al brillante estreno de la serie en España en 1978: fue el primero y el más importante, la base artística y la fuente de la mayor parte de las representaciones gráficas de la serie Mazinger Z en otras publicaciones y hasta en sus derivados menos pensados, como veremos.

Pero para explicarlo no hay como verlo en imágenes: en esa exposición de las contenidas en los dos álbumes de cromos de Fher ( el segundo salió en el mes de julio), vemos la procedencia de las mismas de lo que he dado en llamar "carpetas gráficas Mazinger", como método de explicación de la fuente artística que manó del estudio Beaumont en, y más allá, de su primera obra: los cómics de la editorial Junior.
De esas "carpetas" salió la mayor parte del Mazinger de fuera de la tele, de modo que lo que no procede de los cómics, se usó en algunos dibujos del 2º álbum de cromos de Fher y el resto en otras publicaciones de la misma editorial, o, siempre bajo el sello de la licenciataria BRB, salió impresa en juguetes o fue la base de estilo para otros artículos creados para comprar a los niños, adoradores del fenómeno Mazinger.


¿Cómo pudo ser eso?... Digamos que lo que tienen en común las editoriales Junior y Fher es...fue... el estudio Beaumont, o, dicho de forma más precisa, a su director, dueño de mis imaginarias "carpetas gráficas Mazinger" de las que salió la imaginería más importante sobre Mazinger Z para España... y, finalmente, parte del extranjero.



Vamos a ver como lo que se publicó en los fondos que usó Fher, procedía -en forma simplificada- de las viñetas de los ilustradores del estudio que lanzó los cómics, y lo que no, aquellos casos en que no encontramos coincidencias directas entre ellos, forman parte no-usada del material general de esas "carpetas gráficas Mazinger". Eso sí, fue la parte no usada hasta que, finalmente, apareciera en publicaciones posteriores, más tardías...





Antes, y hablando de fuentes, he de hacer especial mención del material que los Fuentes-hermanos (Fher) usaron en lo primero que se ve, es decir, en la portada, de ese primer álbum de cromos, lanzado un mes después del primer volumen de los cómics.

He aquí un caso muy especial : practicamente todas las ilustraciones de fondo de las páginas del álbum pertenecen y proceden de ese volumen 1 de Junior, y por ende, al episodio 1 de Mazinger Z. Podrían haber utilizado también alguna imagen general o una composición de imágenes generales de la misma fuente para crear la portada, pero no se hizo así. Las imágenes de presentación y adorno del cómic, eran del cómic y no se usaron ni siquiera en forma de versión.


Por decisión propia o bien por solucionarlo, Fher decidió buscar material existente y exógeno a España, es decir, fuera de la base común que compartían con Junior, merced a su relación con Gómez de Segura. Había que acudir a material gráfico que pudiera servir, y se toparon con la portada del álbum italiano de Atlas Ufo Robot, es decir, Grendizer, editado ese mismo año en Italia por la ed. Giunti Marzzoco.


Imitaron la composición, y, aquí y allá, sustituyeron los elementos de la misma por los homólogos correspondientes en Mazinger Z ( a Grendizer por Mazinger Z, copiando la pose (cosa que influyó directamente en uno de las imágenes más icónicas del robot en España), aunque con el descuido de una especie de "rodilleras" que permanecieron en la traslación; al emperador de Vega por el Dr. Infierno en idéntica pose y con similar capa; a la nave de Duke Fleed por el pilder/planeador e, imitando la posición del mismo, se retrató esta vez a Garada K7 (en una curiosa postura para un robot que no volaba).


Copiaron la pose y atuendo de Koji Kabuto, pero le dejaron el traje azul que usaba en aquella serie, y que tanto nos extrañó a los niños del 78. Añadiendo a Sayaka a su lado, cambiando tamaños y apenas alguna posición, eliminando (menos mal) el disco-monstruo de fondo y manteniendo el logo de TOEI ... ya tenían la portada que buscaban.


Para la contraportada, no se complicaron tanto, y esta vez sí usaron viñetas del volumen 1 de Junior, añadiendo las figuras de Shiro y Sayaka a la de un Koji al teléfono, a partir de dibujos aislados de esas viñetas. El resto, simplemente se rellenó.


Pero vamos ya al interior del álbum, cuyas páginas he restaurado pacientemente para poder ver la interacción entre las obras de Junior y las publicaciones Fher, que, a falta de otra fuente, adaptó la que había por su relación comercial con Gömez de Segura-Beaumont.
Sobre cada página, sin cromos, cuadros ni texto, iré poniendo la viñeta de la que proceden, en su simplificación. El caso hace pensar en el uso  de una fase inicial de los dibujos de los volúmenes de Junior, sobre todo del 1º :
La siguiente página es algo especial, ya que procede del libro 2 de Junior, que salió a la venta el mismo mes que el álbum. Es además una adaptación y ampliación del dibujo, pues no es el puño de Mazinger sino el propio coloso mecánico el que choca brutalmente contra Demos F3 :




Llegamos a las páginas centrales de este primer álbum de Fher, dónde se decidió colocar a los principales personajes y brutos mecánicos de la serie. Con la única adaptación de una viñeta que muestra gran parte del robot protagonista en el centro, resulta de una simpleza gráfica que es aún mayor despojada de cromos, cuadros de emplazamiento y nombres de los retratados :

En el siguiente caso, se adaptan dos viñetas contíguas, combinado en uno solo los dos planos de la escena del descubrimento de Mazinger Z en el sótano del abuelo Kabuto:
En todas las imágenes del fondo de las páginas hemos podido ver la versión simplificada y monocolor de una de las viñetas del volumen 1 de la colección de cómics de Junior, y una adaptación de una pequeña viñeta del volumen 2. Para quién pueda pensar que pudieran ser copias o imitaciones de estilo, decir que este último es reconocible como procedente de la misma fuente artística, y, aunque así hubiera sido, la reutilización y adaptación de los dibujos seguiria en cualquier caso la interpretación de los ilustradores de Junior. Con esta muestra vemos muy a las claras la línea artística y comercial de los inicios del merchandising de la serie en España en 1978. 

Iré enriqueciendo el comentario de ese hecho al mostrar como la cosa continuó con la publicación del segundo álbum de cromos de Fher, tres meses después, con imágenes que son nuevas adaptaciones de las viñetas de Junior, aunque no en su totalidad, pues se incluyen algunas -solo algunas-  que pertenecen a otra etapa de la serie que no cubrieron los cómics...ahí podrá verse con claridad  como interactúan las piezas de las Carpetas Gráficas Mazinger que habían quedado sin usar, y que usó Fher en este 2º álbum de cromos... y más allá...

Así que, vamos con ese segundo álbum que ilustra, nunca mejor dicho, la interacción con la fuente Junior. Pero como esto se ha alargado, mejor continuaré en una segunda parte de esta publicación (muy pronto), donde además expondré las consecuencias de la adaptación continua de la fuente Junior a las más variadas piezas de merchandising que fueron saliendo a lo largo de los meses de emisión de la serie, aún después de su supresión de la pequeña pantalla, y la pervivencia de la colección Junior en muchos países extranjeros y su influencia en toda clase de publicaciones y objetos fuera de nuestras fronteras...

PRÓXIMAMENTE: LA VERSIÓN ESPAÑOLA DE MAZINGER Z (2)